Cuando hablamos de Dios, brota enseguida una interrogante: ¿Quién es Dios?. Para responder a ello debemos volver nuestra mirada hacia la Sagrada Escritura y leer el relato de zarza ardiendo (Ex 3, 1 – 14).
En este texto encontramos el diálogo de Dios con Moisés, por medio, de una teofanía. Es ahí, donde Dios da a conocer su nombre, se comunica a sí mismo, siendo capaz de ser íntimamente conocido y de ser invocado personalmente. Al revelar su nombre misterioso de YHWH, “Yo soy el que es” o “Yo soy el que soy” o también “Yo soy el que Yo soy”, Dios dice quién es y con qué nombre se le debe llamar.
Dios, “El que es”, se reveló a Israel como el que es “rico en amor y fidelidad” (Ex 34, 6), misericordioso, clemente y fiel (Ex 34, 5 – 6). El es la Verdad, que rige todo el orden de la creación y el gobierno del mundo. Cuando envíe su Hijo al mundo, será para “dar testimonio de la Verdad” (Jn 18, 37) y nosotros “sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero” (1 Jn 5, 20).
Dios es amor. Este amor es “eterno” (Is 54, 8). “Porque los montes se correrán y las colinas se moverán, mas mi amor de tu lado no se apartará” (Is 54, 10). “Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti” (Jer 31, 3).
Pero San Juan irá todavía más lejos al afirmar: “Dios es Amor” (1 Jn 4, 8.16); el ser mismo de Dios es Amor. Al enviar en la plenitud de los tiempos a su Hijo único y al Espíritu de Amor, Dios revela su secreto más íntimo; él mismo es una eterna comunicación de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y nos ha destinado a participar de él.
Creer en Dios único y amarle exige:
a) Reconocer la grandeza y la majestad de Dios.
b) Vivir en acción de gracias.
c) Reconocer la unidad y la verdadera dignidad de todos los hombres: Todos han sido hechos “a imagen y semejanza de Dios” (Gn 1, 26)
d) Usar bien de las cosas creadas
e) Confiar en Dios en todas las circunstancias.
Dios crea el universo.
“En el principio Dios creó el cielo y la tierra” (Gen 1,1). La creación, que también se llama “el universo”, consta de seres espirituales (los ángeles) y materiales (que son los animales, los vegetales y los minerales). El hombre fue creado como síntesis de la creación, porque es espiritual y es material. Todo lo hizo de manera ordenada, porque Él es Sabio.
Todo lo hizo por amor, porque Él es amor.
La creación del hombre.
El hombre, que participa del espíritu y de la materia, fue creado por Dios “a su imagen y semejanza”. “El hombre es la única criatura a la que Dios ama por sí misma”. Es la cumbre de la creación. Al crear al hombre, Dios le encarga todo lo creado para que fuera su dueño y lo cuidara. Lo hace “Señor” de todas las criaturas.
Dios te creó a ti personalmente
“Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía” (Jer 1,5). Tú no eres uno más en el mundo, Dios pensó en ti y en tú nombre antes de crearte, y te creó con amor. Él te conoce y te tiene un plan que te lo propone.
Tú nunca lo rechazas y no tengas miedo de entregarte y confiar en Él.